martes, 14 de octubre de 2014
Únicamente conoceríamos la verdadera multiplicidad en la policromía de los matices que componen los colores si cada quién se pintara del color de su verdad...Veríamos cómo la igualdad no es el sentido de la vida ya que básicamente no existe y que si lo es el complementarse. Entenderíamos el error (intencionado) de los conceptos básicos en donde nos hablan de igualdad bajo el engaño de justicia, pero no invocan la tolerancia. Nos imponen simplemente un imposible...ese es un gran comienzo de la frustración eterna que caracteriza al Hombre...y lo hace lo que es.
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