viernes, 25 de noviembre de 2011

Muerte digna...

En el 2010 se aprobó en Andalucía/España la Ley de Muerte Digna, es decir,
un enfermo terminal puede solicitar que le libren del dolor y agonía,
concediéndole el derecho de morir cuando lo decida.
Estoy totalmente de ecuerdo con ello y evidentemente muérte digna,
parece significar el derecho a no sentirse un despojo, no sentirse un miserable,
no permanecer con esa sensación (que me imagino) de verse inútil para si mismo
y una carga para los demás. Sufrir innecesariamente un calvario de dolor, de destrucción
del amor propio, de la voluntad de ser. Poder decidir sobre la vida propia...eso me dio a pensar que hasta ese momento no decidíamos sobre nosotros mismos ni el cuándo dejar de vivir.
Poco después, la tasa de parados se fue a cinco millones, casi un centenar de familias diariamente son expulsadas de lo que les vendienron como sus hogares por no poder pagar las hipotecas, el sueño del tengo se tranformó en la pesadilla del debo...y yo como buen tonto de siempre, quedé esperándo que se aprobara la Ley de Vida Digna...pero parece que aún no está el borrador para el senado.

domingo, 16 de octubre de 2011

Hoy...indignados

Hoy salen a las calles los indignados.
Si bien es cierto que apoyo toda forma de expresión pacífica que proponga una exaltación del espíritu crítico del individuo, también me pregunto ¿Dónde estaban los indignados cuando en el año 2000 recibíamos la noticia que morían de hambre en el Mundo un niño cada tres segundos?
Sigo dudando si se es conciente del poder de la palabra cuando se vuelca a las masas.
El indignarme hoy, por que no puedo pagar la hipoteca de mi piso, por que no tengo quién me pague un sueldo para vivir, por que ya no puedo consumir como antes, etc. ¿No será al fin y al cabo una forma de expresar que soy adicto y por tanto dependiente del endémico sistema? ¿ O tal vez, hasta justificar los poderes financieros en cuanto nada ocurre y todo es aceptado hasta que vivo en carne propia la injusticia social? (Aquellos acostumbrados a hablar de miles de millones también pueden indignarse cuando deben hablar de 999).
El movimiento de los indignados como todo ese tipo de movimientos, tienen la bondad de ejercitar el juicio crítico de las masas, sin embargo pareciera que más que un cambio piden a gritos una permanencia del sistema que se tenía de bienestar. Olvidan, que durante ese período ya dejábamos morir a un niño de hambre cada tres segundos, pero se podía pagar la hipoteca, la letra del coche y los viajes para las vacaciones...es casi como cuando teníamos permiso de la maestra para ir al baño...
La estrategia del sistema de hacer pasar a sus herramientas productivas (pueblo) de lo poco a lo mismo, estimulando una sensación de victoria fictícia, ya es estrategia más que vetusta. Ha sucedido ya con el condicionamiento del conocimiento y los medios de comunicación.
Espero que la indignación sea un derecho de toda la humanidad, de lo contrario, no se estaría haciendo otra cosa que reforzar las actitudes de los poderes de los que tanto se repudia.
El movimiento de indignados nace en el "Primer Mundo" por la perdida de los derechos otorgados por los grandes poderes económicos en los años 70/80...¿Pero sabemos a costas de qué?

domingo, 14 de agosto de 2011

Mínimas

Siempre pensé que podía vivir en amor, simplemente ofreciéndolo o dándolo. Hoy entiendo que sin receptor ello es un imposible. Es como querer pintar un cuadro en el aire.

La modernidad me confunde, seguramente sea mi ignorancia sobre la intelectualidad actual. Para mí el Hombre y la Mujer siguen siendo diferentes, con iguales derechos...pero diferentes. Al menos yo, necesito de esa diferencia para vivir.

El ideal de igualdad, el político debería aplicarlo sobre sí mismo antes de promulgarlo a la sociedad que pretende manejar. Creo que es el principio básico de la igualdad...y no hablemos de aquellos que están cerca del Señor...

Si te sigo no es por que no sepa adonde ir...es por que se que necesitas que te acompañe...