martes, 14 de octubre de 2014

Únicamente conoceríamos la verdadera multiplicidad en la policromía de los matices que componen los colores si cada quién se pintara del color de su verdad...Veríamos cómo la igualdad no es el sentido de la vida ya que básicamente no existe y que si lo es el complementarse. Entenderíamos el error (intencionado) de los conceptos básicos en donde nos hablan de igualdad bajo el engaño de justicia, pero no invocan la tolerancia. Nos imponen simplemente un imposible...ese es un gran comienzo de la frustración eterna que caracteriza al Hombre...y lo hace lo que es.
Aquella mañana, como tantas otras, cogió el periódico del bar.
Como tantas otras veces, buscó entre los avisos clasificados algo interesante y como pocas veces, encontró uno nuevo.
Decía: "se necesita un poco de amor".
No tenia teléfono ni dirección y le llamó la atención. Siguió leyendo" este aviso lo has puesto tú lector".
Aquella mañana, como tantas otras, cogió el periódico del bar, lo apartó del mostrador y se puso a conversar con quien se sentó a su lado...
Esta vez, había perdido el móvil. En otras circunstancias hubiese sido una tragedia...hoy, se dio cuenta, que cada vez que perdía una cosa, encontraba un trozo de vida que había olvidado en el camino.
"Papá tú móvil! Lo dejaste en el baño."
"Gracias cariño! Qué alta estás no? Lo parió, si el tiempo vuela.
Esta vez, había perdido su negocio, su coche, su trabajo. En otras circunstancias hubiese sido una tragedia...hoy, se dio cuenta, que cada vez que perdía una cosa, encontraba un trozo de vida que había olvidado en el camino
He vivido tantos años y tan poco tiempo, que solo el haber amado tanto ese tan poco tiempo, me disculpa ante el privilegio concedido, de haber éste mundo conocido y tanto haberlo desvivido.
Cada ocaso es un adiós a lo irrepetible, lo irrecuperable...así como cada ola del mar se desvanece en la orilla, el ayer y el ahora...son simple recuerdo inminente.
He vivido tantos años y tan poco tiempo...
Se sentó enfrentándose directamente con su mirada. Pasada media hora no se sintió amada. A aquellos ojos les faltaba algo.
Comprendió que no te amas...que te aman, que en todo caso, eres amado. Supo, que para sentirse amada debía primero amar y que el amor más que estar en ti, alguien te lo regala...si mereces.
Se levantó de frente del espejo y corrió buscando un regalo...despreciado, que alguien alguna vez, pensó que merecía.
No contamos con la capacidad de adivinar o predecir, apenas si podemos juntar algunas COSAS para sentirnos más que algún otro, por una simple cuestión de peso o volumen. No podemos manejar los tiempos o compases de ésta sociedad que nos tiene prisioneros tan libremente. No tenemos la capacidad de modificar la realidad por que como la palabra lo dice...corresponde al rey y reposa en tesoros y posesiones. Sí podemos cambiar nuestra vida, aquella que por suerte no es Real y que simplemente es nuestra. Aquella que no se compara con la del vecino por que no tiene marcas comparativas ni valores económicos agregados y eso lo sé, por que no se ha cotizado en bolsa el beso que me da mi mujer cada vez que me mira y que es para mí, mi más cara posesión. Podemos...diría, hasta cambiar demasiado, si tenemos en cuenta, que toda gran maquinaria depende de cada una de sus piezas.
Tenemos la opción de cambiar el camino que seguiremos de aquí en más...dejemos de ser los idealistas aquellos que pensaron que el bienestar era un derecho común al igual que el confort. Que la salud era para todos y no otro negocio más...no seamos más los viejos idealistas que pensaron que la libertad de mercado existía y que era para todos el beneficio económico resultante...antes estuvieron los hippies.
Es hora tal vez de mirar adentro y decidir, sobre la propia voluntad, qué significa ésto de vivir...estoy seguro que en algún tramo del camino nos encontraremos todos "yendo juntos y a la par" y seguramente no hacia dónde quieren aquellos señores que hablan de realidad...
Quisiera tener la suficiente humildad 

para cantar al amor sin herir su ternura

domingo, 5 de octubre de 2014

La vida no es lo maravilloso que queremos que sea,
es simple y alegremente lo maravilloso que es,
sin la necesidad de nuestra conciencia para existir
ni de nuestra ignorancia para ser menospreciada.
Otra cosa es la capacidad de vivir de cada uno,
que es simplemente y tristemente
lo poco que es uno mismo…