sábado, 13 de noviembre de 2010

A modo de big bang

Esparcido
a modo de big bang
intento recomponer el Universo que me habita.

Y me busco…
Reincido en dar con mi esencia al desmantelar armaduras y vuelven las letras…
Retorno a la necesidad imperiosa de tener que abrir las compuertas de una represa que en lugar de agua acumula las miserias que la vida deja.
El amor se puede compartir, siempre hay manos abiertas y oídos dispuestos al éxtasis de volar utilizando sus alas.
Para aquellos a quienes la vida nos ha otorgado la pesadumbre de SENTIR, hace que el amor, cuando no se logra depositar únicamente en UNA persona, en un instante, en un color, en una rosa y se pretende repartir a manos abiertas… genera el derribo de las murallas construidas algún día, para que por una sola puerta y de forma selectiva, entren y salgan los sentimientos que deambulan por el éter. En esta acción de invasión masiva, TODO penetra, no hay tiempo para clasificar ni elegir. Los colores, los gestos, los recuerdos, los sonidos…van construyendo por si solos innumerables realidades que agobian el alma. No se puede elegir, ya que todo se siente, todo pasa sobre carne viva…el suave terciopelo y la hiriente espina.
Compleja es la vida para quienes SIENTEN.., dudosa cualidad y seguramente, la forma menos deseada de pasar por restos tiempos.
Pretender que se entienda, el que uno esté triste por una sensación que tal vez, ni siquiera pertenece al pequeño espacio que habita, es pedir demasiado. Comprender que ni siquiera se es conciente hasta que no se encuentra en la marejada del adentro, el qué se ha recibido en el transitar del día…es impensable.
Cuando uno reconoce que una sola sonrisa de segundos le invade el alma del mismo modo que a otro, le despierta el cariño semanas de satisfacciones. Cuando la sola triste mirada de un niño le parte el alma al igual que a otro, un genocidio de años. Cuando una sola palabra se descompone en tantos libros como pueda tener la biblioteca de otro… ser un ciudadano común, es una tarea ardua y cotidiana, que agota.
Un día desperté…y no tenía piel…
Hoy, Esparcido a modo de big bang al haber abierto las puertas, intento recomponer el Universo que me habita y piedra a piedra las murallas que me protegen.
Deseo seguir vivo en el amor con los pesares que le son propios, que lo hacen vivo de igual forma que la sombra realza la luz del Mundo y cerrar nuevamente las puertas a sentir ésta vida, toda ella, y ser digerido por sus miserias.
Intento vivir siendo insensible, selectivo y egoísta con mis sentimientos...así como lo he hecho estos últimos cuatro años…en donde la niña de las calas blancas, deambulaba por fuera de mi muralla…y cada tanto, solo al comprobar que llevaba mi armadura puesta, salía a darle un beso sin que me desgarre la indecencia…
Hoy, esparcido a modo de big bang, intento recomponer el Universo que me habita,
piedra a piedra y con la sabiduría de reconocerme.

Girola/10

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