sábado, 12 de diciembre de 2015
Fanatismo
Es el fanatismo un gran engaño. El fanático no se transforma en el gran defensor de algo, es simplemente un gran protector de su ego. Para lo cual no es necesaria una gran propuesta o un importante motivador para generar fanáticos, más bien se necesita un pueblo rutinario, falto de seguridad en si mismo y altamente dependiente. Es el temeroso por excelencia que sucumbe a la irracionalidad ante el temor del cambio y no hay peor cambio, que desdecir al yo. Por ello el fanático es un engaño, porque utiliza "un algo" para hacerse ver como un ser capaz de defender una idea común, cuando lo que hace en realidad, es defender la estabilidad de su propio yo, dándole igual desde el qué deba apoyar o defender...lo importante es no tener que cuestionar por lo que podrá hasta inventar o descreer ante la mayor de las evidencias.
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